jueves, 24 de noviembre de 2016

Bendito chocolate

Una de mis principales rutinas, como ya dije en mi anterior entrada, es el comer chocolate. Es mi única adicción. Para mí el comer chocolate diariamente me hace sentir placer y relajación, sobretodo si es chocolate fundido. Cada mañana, antes de irme al instituto tengo que comerme una onza de chocolate, me ayuda a despertarme, a coger el día con fuerza y a concentrarme mejor en las clases, y, cuando tengo algún examen a primera hora, puedo comerme hasta cuatro onzas para aumentar mi concentración. A veces, cuando como fuera en un restaurante en el que está mi postre favorito (fresas con chocolate fundido) estoy deseando acabar de comer para que llegue el momento del postre y comérmelo. En ese momento, siento placer, bienestar, satisfacción y ganas de que no se acabe, por supuesto. Todo eso es producido por las moléculas de las endorfinas y de la dopamina. También cuando tengo momentos de bajón, me pongo a escuchar música y a comer helado de chocolate y eso consigue aliviarme, gracias a las hormonas que ya he mencionado antes y a la serotonina, que refuerza la autoestima. Desde el punto de vista científico, el chocolate ayuda a eliminar la fatiga, ayuda a la concentración, ayuda a disminuir la depresión, es rico en calcio con lo que fortalece los huesos y ayuda a prevenir la osteoporosis, es antioxidante etc. pero en un consumo excesivo puede ser perjudicial, puede hacerte aumentar de peso y provocarte caries y daños en las encías.

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